Colpotier

Durante mi transcurrir docente de cuatro años y medio en la sede educativa el Helechal perteneciente al corregimiento de Minas en el municipio de Chita he vivido numerosas experiencias significativas, cada una de ellas sin importar de que tipo hayan sido amargas o alegres me ha dejado una huella imborrable y me ha servido para convertirme en una persona cambiante que se adapta y evoluciona diariamente

Recién inicie mis labores como docente observe al llegar al corregimiento que algunos de los planes y proyectos que llevaba planeados con anterioridad serían muy difíciles de realizar debido a  las condiciones en que se encontraba la sede educativa la cual encontré muy abandonada y deteriorada, sin acceso a la energía eléctrica constante, con falencias en la captación del agua y sin grandes recursos en cuanto al material educativo lo cual me puso en una situación difícil pero no logro apagar la felicidad y la emoción que llevaba por desempeñarme como el docente de esta escuela.

El primer día de labores lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer, uno a uno fueron llegando los estudiantes, saludaron con gran pena y recato, supongo que esto sucedió por mi calidad de nuevo docente y de pronto porque desconocían mi forma de ser y de enseñar, tanto ellos como yo estábamos a la expectativa de conocernos el uno al otro.

No tarde mucho en romper el hielo motivando a los estudiantes con actividades lúdicas, con rondas y canciones que conocía las cuales para ellos fueron novedosas y divertidas, pasado esto y viendo como  era cada uno de mis estudiantes, sus diferentes y diversas capacidades, la luz que brillaba en sus ojos lo cual indicaba que deseaban adquirir más y mejores conocimientos comprendí que aunque tuviera mil dificultades y me faltaran muchas cosas en la escuela contaba con el recurso más importante el cual es la verraquera y las ganas de salir adelante que demostraban cada uno de mis estudiantes.

Poco a poco todas esas falencias se convirtieron en oportunidades para crecer, junto con mis estudiantes creábamos un mundo de conocimiento aprovechando todos los recursos disponibles, eso me llevo a ser innovador a desarrollar miles de capacidades en mis estudiantes y sobre todo a desarrollarme completamente como docente, de esta manera comprendí y entendí que la labor docente es única, que aunque existan miles de dificultades, aunque falten cosas y aunque no se cuenten con instalaciones adecuadas la labor del docente siempre será la de formar integral y completamente a sus estudiantes aportándoles conocimientos que le permitan ser un hombre de bien y que lo motiven para salir adelante, bien dicen  que la pobreza lo vuelve a uno inteligente y que esta solo es un estado temporal de la mente, por eso el hombre busca constantemente nuevos y mejores conocimientos

 

Pasado el tiempo y superando constantemente las dificultades que se sigan presentando no desfalleceré en mi labor, se ha avanzado mucho en este tiempo, se han adquirido nuevas tecnologías y energías limpias y renovables, se ha cambiado el pensamiento de la comunidad y todo este proceso se sigue realizando día a día porque un docente es el faro que guía a su comunidad así como un pastor cuida de sus ovejas.

 

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FREDY JAVIER CACERES TARAZONA

Docente